¿CaMbIaR?

Y con sus frívolas palabras me despierta... de lo que vi con egocentrismo. Odio nublado... que se tornaba inargumentado con mis caprichos y exageraciones... Por un lado agradezco con sinceridad el que me haga reaccionar. Sin embargo, siempre queda el otro lado... el que me dice que en verdad hay odio. Y no precisamente hacia ustedes. Yo. Viviendo a tientas. Apoyandome en mis conclusiones erradas. Guíandome por mis sentimientos nacientes. No desarrollados.

Las ironías siguen volando... pero ya no son iguales... hoy son de gente que quice... como a un amigo... ¿Qué debería pensar yo entonces? Sería fácil decir que la culpa no puede ser mía. Que yo estoy correcta. Creer en mi ciegamente... sin argumentos... concretos... mas que mis sentimientos. Claro. Todos los demás dicen que está todo claro. Que sus ojos emanan envidia pura. Que tras la belleza se oculta su oscuridad... sus engaños... sus incoherencias... por las que yo soy culpada.

Ya no empuñen sus navajas. Ya no hay daño. Correr es una opción... pero no sé cuál será la desición... Simplemente no intenten destruirme más. Me han debilitado. Sus palabras me marean. Las de él me despiertan... me depsiertan como de una pesadilla... agitada... con temoy y confusa... Los cambios vienen y van. Siempre. Ustdes los conocen bien en mí... pero yo no en ustedes. Y por eso me atomento ahora. Se alejan... pero siempre están lo suficientemente cerca como para vigilarme... y asechar en cualquier momento con lo observado... y criticar... y criticar... y criticar... más.

Y aunque salir sería escapar. Y escapar es un acto de cobardía. Y aunque cobarde siempre me llamé. La confusión me persigue... pues alejarme pacíficamente es. De todas formas. Lo mejor para todos. Siempre escapé de las elecciones. Desiciones. Cambios. Muertes. ¿Será ya el momento de enfrentar?... ¡AH! todo gira otra vez. Aunque él me haya bajado del egocentrismo... siempre existe la cruel caída al suelo. A lo real. Un tobellino de pensamientos en los que las enseñanzas abundan. Y no puedo procesar. Y pocas de estas moralejas quedan... y menos aún... se aplican...

Hoy como si nada ha ocurrido. Nada... ni siquiera nos hemos conocido. Las presencias son indiferentes. Las tragedias no existen. El amor. Ni muerto. No vivió. Arde la tensión. Y ya los idiomas nos distraen uno del otro... ¿Así acabaría todo? De saberlo... jamás hubiese empezado quizás... Porque de cambiar las cosas. Nunca. Nunca lo haría. Porque no hay que arrepentirse de lo hecho. Y si ustedes no hubiesen sido... hubiesen sido otros... Si yo hubiera rechazado el cambio. El cambio sería otro. Peor. Porque el camino que uno sigue... es siempre el correcto... Aprendí a no negar. A no amar siempre. A jamás odiar. A no confiar... a vivir sin compartir... Me encerré. Y aquí estoy. Hoy abierta otra vez.... e infeliz.

Simple sería dejarme llevar una y otra vez. Pero la carga crece... y no sé si mi espalda aguantaría el peso del dolor. Todo surge en unsa esperanza. Todo vuelve a ser como nunca fue. Necesitando cosas imposibles para el ser "normal"... digamos, ese ser en el que no estoy clasificada. Necesité cosas... pensamientos que nadie ha necesitado a su lado antes. El rachazo crece. Siempre que hay cambio. Y a continuación... muerte. Todo acaba y cambio otra vez. Aunque ahora... todo es plano... ya no hay más cambios. Se conoce lo que es siempre. Nada más. Se descubren cosas que no se descubrieron antes. Pero eso siempre estuvo. Y otra vez siento... que con estas personas... jamás debí juntarme... pero ya no puedo limpiarme.

Ahora daré el nuevo paso. El olvido será seguro. y luego... a esperar... y ver qué pasará... ¿Vendrá otro cambio?... ¿Las cosas empeorarán entonces? ¿O todo será igual? El tiempo no existe cuando no hay nada que vivir...y ya sólo me queda una cosa por vivir... y que se me desvanece entre las obsesiones...