¿Entiendes ahora lo que digo? Tu imagen siempre fue una careta, ¿Y por tu error culpas a otros? Sabes bien que tu haz destruido el misterio por el que nos amamos, tu fuiste el que ha revelado las confesiones, Tu implusividad es la que nos ha destruido, querido, ¿Y así tienes el descaro de darle la carga al que es mi mejor amigo, al que todo me sincera, al que jamás ha usado un muro de defensa contra mi, al que jamás me ha Traicionado? Y por cierto, ¿Tienes acaso tú estás cualidades? ¡No! Tú quieres violentarle por traición, deseas venganza, pero, si hablamos de venganza, querido, ¿Qué pasa conmigo? Tú, amor, le haz revelado Mi secreto ¿Y te he amenazado de tal forma por tu implusividad? ¡Jamás! Tu inmadurez a sobrepasado mis límites de lo normal. Engañarás a todos, a nustros superiores, a nuestros pares, a nuestros cercanos y lejanos, y por un momento me engañaste a mi, pero al que tratas hoy de traidor, ese mismo con el que los peores juegos quieres tratar, a ese, querido, jamás lo haz engañado y es ese el que ha logrado que no sigas tú jugando conmigo. ¿Y lo culpas por eso? ¿y así intentas usar una palabra tan importante como lo es "amor"? Te lo dije. No hay amor. La edad es temprana y los espejismos aparecen donde menos lo esperamos, es por esto que las palabras, y por ende, los sentimientos se confunden fácilmente. Me confundí. Lo sé... y tu también, querido, sólo que no quieres verlo, quieres seguir viviendo en tu cuento de hadas, inventando cien y más finales felices a lo que nunca ha empezado si quiera, que dices que han destruido, que dices que han asesinado cruelmente. Jamás hubo una chispa. ¿Qué nombre tiene lo contrario a lo que llamamos "chispa"? Bueno, pues es eso lo que hay ahora.
sábado, 6 de octubre de 2007
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