Recordando. La complicidad proviene de la simpleza de los recuerdos. Las dificultades surgen cuando no existe el presente... cuando lo que quieren es tu pasado... Fácil sería pensar que no entienden nada. Que son superficiales. Que nada existe en verdad. Nada... ¡Qué falso!... Hemos avanzado. He avanzado. Es poco significativo... para los demás. Si ellos no me conocen entonces quién. Que claro se torna todo. El tiempo es tan corto... las horas vividas... los días transcurridos son insignificantes. En su sentido de tiempo. Eso pensamos unos de otros. Ustedes de mí.
Temor. Temor del cariño. Ocurrirá una vez más lo ocurrido. Sería traicionada (y traicionaría) mil veces más. Sería herida (y heriría) mil veces más... por querer... por quererlos... a los cercanos. Jamás es creído en la amistad como la ven otros. Jamás he pensado que los amigos son los que duran por siempre... en cambio, los amigos son los que saben cuándo retirarse... cuándo cumplieron su ciclo... y tengo miedo de que ustedes no lo sepan. Que por traiciones adolescentes los pierda... de la misma forma como extraño a otros... Temo quererlos demasiado.
Y otra vez... de vez en vez... haciendo lo mismo cuantas veces sea necesario... repitiendo las palabras para sentir. Y siento que no vivo...
Tanto tiempo buscando algo incierto. Algo que ni con claridad veía... no sé si lo he encontrado... si sigo buscando... si eres... si son... si son iguales. Pero estás. Estás viviendo a mi lado. Y cada vez que necesito seguridad. Corro. Corro a tus lazos. Estás ahí. Oculto. Pequeño durmiente... creces tan rápido... vivirás en mí... hasta que crezca más que tú. Eres mi secreto. Eres mi interior. Mi dolor. Mi salvación. A pesar de que varios te conocen... nadie te espera... Estoy aquí. No sé si buscando aún. No sé si amando aún. Pero estoy aquí. Con él a mi lado... jamás segura de mis actos... pero para qué pensarlos... me alimento de ellos. Respiro de ellos... no pienso de ellos... apareces y pienso... pero en ti... Porque nadie te espera. Yo sí. Nadie te sabe como yo. Completo. Dudoso. Puro. Sin cabos desenredados. Con tantos misterios por delante... mi secreto.
Lo único que nadie conocería de mi aunque lo slusaran... lo único que ni los actos de traición. De Miedo. O de dolor. Alejarían. Porque no vives... y no traicionas... no temes... no dañas... Llegan y dicen sin pensarlo jodidas palabras hacia lo único que me queda... tú... su frialdad no alcanza para digerirte. Nada. Nada pueden hacer contigo. No te ven. No te oyen... son tan distintos. Y eso es lo mejor de todo. La diferencia. La división de un ente simple-complejo. Con rapidez me dividieron otra vez. Soy dos cuando tengo cercanos. Lo aprendo. Y entiendo gracias a ustedes... gracias a él... que las ocasiones de consciencia/inconsciencia son por esto. Me entiendo... gracias a ustedes... gracias a él...
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