jueves, 31 de julio de 2008
{ no sé qué título }
He estado visualizando ese hermoso momento de gloria junto a tus manos, encontrarnos por primera vez más allá de tus miradas distraidas con las que mi alma se alimenta e ilusiona. Imagino con tanta claridad a tu imponencia frente a mis ojos aturdidos.
Apenas un par de días necesito para comprender lo que quiero, la misma cantidad de días que necesité para entender que te quería a ti.
Ahora duermes en la ignorancia de no saber quien te añora y espera con impaciencia ¡Qué no daría yo por que lo supieras! Estaría dispuesto a despertarte, a instruirte, a darte esas respuestas... en sólo un momento, exactamente en la despedida, viviríamos lo que aún visualizo frente a ti.
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