¿Y qué si no existo?
¿Y qué si quiero llorar?
Ya nada en este mundo es real
ya nada sirve
y si sirve es para matar.
Trece lágrimas caen por mis mejillas
y un espasmo de paz
leve se siente venir el sueño
la culpabilidad será dueña de la lejanía
el futuro no se necesita
y el pasado me condena a mi tempestad.
Sigo caminando sin rumbo
todos tienen alguna utilidad
para la vida.
Leo, escribo, escucho y veo
¿Todos tienen alguna utilidad?
Seis gotas de sangre
recorren alguna parte de mi cuerpo
el ruido sucumbe la sala
la vida nunca ha quedado atrás.
Ñ
viernes, 23 de mayo de 2008
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