sábado, 25 de abril de 2009
de ayer, veinticuatro.
Es que no quiero poder sola. Si tengo miedo, ya sé a qué: a la soledad. Tengo miedo que las palabras se suiciden, porque de la muerte no vuelven.
Quiero ser con alguien incondicionalmente, pero la gente le teme a la incertidumbre de la eternidad. Quiero aventurarme, ilusionarme y cegarme, quiero promesas utópicas de eso eterno. Quiero romanticismo, algo bonito, algo delicioso que se sueña y no se vive, que se transmite.
La belleza de lo eternamente soñado, los deseos que se exageran y aún así, se ven hermosos. Y mirar atrás (y que esté vacío) y sigue estando fresco, aunque esté seco. Que acaba con placer aun así, por eso la belleza sería eterna, aunque acabe.
¡Ser con alguien, ser con alguien, ser con alguien! Y aferrarme con todo a esa idea medio despierta. Que sea perfecto sólo porque se quiere, no porque lo es.
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1 comentario:
Entonces perfecto.
Juntémonos a pasear
y a poco pensar un día
con la Vale.Les dije que
les prestaría algo pensante
pero a la vez tan poco pensante
e improvisado, como lo es cualquier
libro del Vicho Huidobro.
También quieres los poemas de la Mamita.
Sí.
=)
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