OK... ¿Dónde estamos parados entonces? Supongo que tendrás que decirme las reglas otra vez: Veamos, ya no decimos las cosas a la cara, ¿Cierto?, ya no existen las miradas cómplices entre nosotros, ni las risitas de superioridad, y ni pensar en las largas conversaciones en las que el tiempo dejaba de existir hasta que caíamos a tierra de golpe por la interrupción de un ajeno ¡No, por favor, eso no existe!
Estamos aquí entonces... Tu allá, caminando hacia atrás. Y yo... sin caminar, temiéndote... temiéndole a tus miradas de ahora rencor, de odio, ¿Qué sucede?
Estoy yo. Evitándote, helándome, pensándote (¿Por qué te pienso?), analizándote, esquivándote, ignorándote. Nos perdemos otra vez...
Estás tú. ¿Libre? Haces lo que deseas. Escuchas lo que quieres y no hablas lo que no puedes. Me miras fugazmente cuando lo necesitas. Me vigilas sin necesidad de hacerlo notar. ¿Importamos?
Están los demás. Los demás me hablan ¿Qué me dicen? Que estás distante, que no puedo saber en qué piensas, que no saben si aún existes... y mientras otros dan nuevas señales de vida yo más te pierdo... más te necesito, pero para lo que tu no puedes darme...
Mírame a los ojos como antes. ¡No! No como antes, sólo mírame a los ojos, léeme otra vez, que así te leo yo a ti. Entiende que dejamos de vivir ya, desde que el hielo es frío que ya no puede volver a ser agua... siempre puede volver a ser agua... porque la muerte es cambio, no muerte.
¿Fui yo? Quiero repararlo... ¿Fuiste tu? Lo he olvidad... ¿Cómo se empezaba a vivir? No quiero volar como solíamos hacerlo, sólo quiero volver a vivir...
2 comentarios:
tan fragil es vuestra confianza pequeña dama?, que con una simple dósis de incertidumbre y veneno d extranjeros que no tocan las tierras que una vez pisamos juntos?, o es acaso que vuestro ser olvidó ya aquellas tierras y solo posee recuerdos como calacas vacías de lo bello que fué una amistad más allá de lo que hay en esta tierra?, o es que vuestra filosofía de vida ha de encadenar a las almas a vuestro lado in opción de enfrentar nuevos caminos?, o talves fué que en un toque de inconciencia tapasteis vuestros oídos de las palabras que de mi boca alguna vez salieron, y solo o conformasteis con los gestos emitidos por mi faceta?, que os ha sucedido querida dama, es que acaso ya no recuerdas lo sinceras que han sido mis miradas siempre?, o es simplemente que callamos en distinto idioma, y mi idioma de callar os causa temor y sufrimiento, y a mí me causa el dolor de sentirme ajeno a vuestras blancas manos que hubieron de conducirme una vez al mismo jardín del edén?, tran frágil fue vuestra confianza para conmigo que me hieres con interpretaciones erradas de mi silencio?, cuando fué que dejaste de oír lo que vuestro yo concreto os decía?, cuando te invadió la sordera?, haz el intento de escuchar a vuestro ser mismo, al ser hermoso que una vez fué transparente conmigo, y yo con el, juntate con aquel ser ya adormcido, y dime que es lo que te dice, si he de odiare, y el mismo te lo dice, hazmelo saber, así podría yo realmente creer que así lo es, puesto que hay más demí en tí de lo que tú crees, tal como tú estas muy incrustada en mi hiel, pero si las palabras de aquel ser desmienten vuestro temor será verdad, y habrás de comprobar lo que os digo.
Sin Más sentimientos que poder expresar en palabras he de irme.
Adiós... no!, hasta luego.
Edward Magañah
Si así me interpretas, ¿que puedo hacer yo?, ya estoy cansado de luchar contra la corriente, al fin (podría decirse así), el general de felicia encontró como vencer a tristania, y deseo intentarlo, y así en este estado no me alcanzan las fuerzas...
La Verdad es que ya me siento mal interpretado con solo imaginar la expresión que pondras cuando leas esto, pero al final de cuantas una vez más una vez menos, que más dá, mucho he intentado ser lo más claro directo y sincero posible, pero nunca sirvio, y a las finales siempre iba todo a contradireccion,
asi que ahora ¿que mas da?
Bueno sin más que Decir, ya no más, nunca más (nunca es mucho tiempo, pero me son escasos los sinonimos... como siempre)
He de despedirme
Adiós
Edward Magañah
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