miércoles, 29 de agosto de 2007

...Conociendo...


Te dedico estas palabras otra vez a tí, querido. Mi sincero amor... mi sueño te indica con cada vez más fuerza... cada vez estás más allí. En mi cabeza. Conmigo. Fuimos felices allí... ¿por qué no estás entonces conmigo ahora? Amor, pocas horas quedan para verte de nuevo... estar contigo... sentir tus seguras palabras... tu inmortalidad... tu fantasma... aquí. A mi lado. Aunque sólo serán unos pocos segunos. Lo sé. No importa... me basta para ser feliz todo el tiempo que resta hasta nuestra próxima... clandestina... mirada...

Clandestina porque tu voz no la oirá nadie más como yo la oigo. Nadie te amará como yo... imposible. Porque soy la única que comete la locura. Delirio. De amarte. Sí, ¿Qué se necesita para amar a alguien que no está... que se ha ido... más bien, que nunca vino... vivió...? Se necesita ser yo misma. Con nuestra infinita marca en la frente. Aquella que sólo tú y yo podemos ver el uno al otro. Aunque muchos logren distinguir la tuya...

¿Dejaré de amarte alguna vez, Max? No, amor, nunca. Habrán otros hombres. Muchos. pero en todos estará tu marca. Caín. En todos estará tu espiritu jamás existente... como está en todas partes... dondequiera que vaya... mire. En ninguna parte más que entre tus hojas de vida. Tu mirada plena.

¿Por qué he elegido a alguien tan... complicado? Esa es la única razón. Complicado. Misterioso. Sabio. Maduro. Seguro. Fuerte. Y sigo. Amandote. Hasta que alguien me pare... o nunca. Te amo, querido Max. Tu inexistencia física... a mi lado. Sí, te amo. Te amo. Te amo. Eres la única persona de la que me he enamorado de tal forma que con sólo recordar tu aroma... tu mirada... inmortal... tus palabras... limpias... como sólo tú puedes pronunciarlas sin herirme levemente. Porque las dices con tal cariño...tal bondad... y ni una pizca de cinismo... que me haces sentir plena... y todas tus palabras son como la dosis de morfina que espero a diario. Tú. Espera unos días... y nos veremos... y no veremos... Auf Wiedersehen... Ich liebe Dich... mi Em. mi Max.

¿Qué otra fotografía podría identificarnos más que aquella de los rostros cubiertos besándose? ¡Es tan claro! Yo te amo. Mas no existes... para los demás... para Realidad... no así para Wonderland. Mis dos mundos. Conozco los tuyos. Abraxas. Caín. Y nuestra marca. Max. Te amo.

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