sábado, 1 de noviembre de 2008
La vida de Sandra xD
El silencio nos toma por sorpresa, la noche ya no existe. El tiempo, el cielo, el dolor se han ido estúpidamente al vacío, donde ya no queda nada, donde todo es olvido, pasado y futuros nunca, y me quedé fuera, viviendo esa libertad de sufrir, de recordar... de recordarte. La libertad se siente como una condena, porque todos son dueños de sí mismos. Individualismo.
Tú me sientes fuertemente invadir tus pensamientos. Tú me lees y consuelas. Yo te pienso, te pienso, te pienso, pero no te siento.
Fui tan inconsciente frente a ti, fui tan loca al olvidar que no existimos, o que existimos en mundos diferentes. Conoces el mío porque es sólo agua, no hay más que agua: metáforas, imaginación, fantasía. Pero no conozco el tuyo, que es barro; una mezcla entre el árbol que sólo espera y mi agua, mi agua que la conociste antes de conocerme a mi y te alimentaste de ella antes de escuchar mis palabras y hacerlas dependientes de ti.
Caigo fuerte contra el suelo y sigo buscando tu mirada. Y la encuentro: vaga distraidamente en otras vidas, quizás al fin ha tomado el camino correcto o quizás está perdida porque está lejos de mi.
La impotencia repleta los sentidos. Te necesito, te necesito, pero ¿Por qué? ¿Qué cambiaría si te tuviera? Tendría una razón para ser más feliz... y es justamente a lo que temo: a que tú seas la razón más poderosa para cualquier cosa para mi.
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