Es como de-jarsecaer.
Terminamos siendo uno. Forzadamente uno. Siempre creíste que la idealización del ser, de los movimientos, de los momentos y sobre todo, de las palabras, era la solución. Era la mayor distracción para hacerme caer, para cegarme tibiamente.
En-las-pe-num-bras-misse-cre-tos-noilu-mi-nan.
Como si el Sol dejara de pegarnos en la cara, dejé de creer en ti. Tú aún crees en mí firmemente y no quieres dejarme escapar. A pesar de todas las frías señales, tú me desconoces y no tienes consciencia de los mensajes subliminales que el mundo te señala con delicadeza para no herirte como muchos ya lo han hecho antes.
A la gente le desagradan las personas seguras de sí mismas, por eso la gente te odia, por eso dices que “no te llevas con la gente”, y por eso a mi me llaman “distinta”. Ambos decaemos, ambos nos refugiamos en nuestros poderes, en nuestro burdo arte, en la ridícula ironía de ser felices tal como somos: solos. Ambos por la misma infantil razón, y me preguntas si me gustas, y yo te lo afirmo y me elogias como si fuese algo muy especial.
Buscas cosas que por más que digas que yo te doy, nunca has tenido.
Silencioso te escabulles por entre mi ropa y crees que es el mejor lugar para esconderte de mis ideales, refugiarte, finalmente a salvo, de tus cuentos más fantásticos que el hecho de ser un cuento. Tus palabras inventadas, los nombres cambiados a los objetos cotidianos y tus metáforas que publicas y haces que las mías se oculten en el polvo de un rincón de mi cabeza. En los recuerdos-olvidados.
Te podría dejar caer y sentir remordimientos. Te podría decir mentiras y no sentir nada… nada más que la traición a mí misma. No volver a verte feliz frente a mí, y verte llorar en mi cabeza, lejos, muy lejos. Dejar que las caídas sean provocadas (por mí) y que veas cada paso para destruirte, para que me odies y digas “todos son ‘gente’”. Entonces yo sería gente, entonces no sería distinta, y entonces yo sería feliz a costa de tu frustración.
La frialdad que me caracteriza no es capaz de dejarte caer de tal modo, ni si quiera por acto del destino mismo.
Qué asco de vida sería si uno fuera capaz de hacer lo que le da la maldita gana. A pesar de querer escapar de ti, a pesar de querer correr lejos, a un lugar donde todos los que me atormentan no conocieran. (Correr a la montaña Sally). Dejarse caer y que tú no tuvieras nada que ver en esto. Desear nunca haberte sonreído en el pasillo del sexto piso y no haber continuado la sonrisa con un amabilísimo “hola”, haber reprimido a mis ojos para que no expresaran lo que te cautivó… o simplemente no haberte escuchado cuando te dije “vivo lejos” ingenuamente, en respuesta a tu perversa pregunta, que hoy me tiene envuelta en esto. Que hoy no me deja sacarte de mi cabeza, buscando una forma de sacarte de ahí.
Quieres que sonría otra vez mientras hablo, que si abro la boca sólo sea para decir cosas inteligentes, que sea tu muñeca y hagas de mi lo que tus libros escriban. Y así dices que me quieres, me lo dices tres veces, y a la tercera se me retuerce todo porque sé que esperas una respuesta, una estúpida descripción de todo lo que sentí cuando me hablaste, cuando me miraste, cuando me tocaste, cuando me llamaste, cuando me abrazaste, me besaste y te besé. Y-Cuando-Te-Abracé. Qué reconfortante es poder controlar aún mis palabras, y poder aún seguirlas cuando me plazca si las he dicho antes frente a ti y en voz alta. Poder limitarme y así ir en tu contra, para que deseches la errónea imagen que tienes de mí, para que conozcas mis exaltos y mis carcajadas, y no sólo esa sonrisa y ese “¿Estás bien? Sí, estoy bien” o el “¿Qué pasa? Nada”, “¿Estás feliz? Hm… sí”.
Dices querer a alguien que no existe, a alguien que creaste a base de mí para ti.
¿Qué harás cuando la confianza sea mutua? Y cuando comience a hablar y no pare hasta que te vea la interrogación en la mirada.
Cuandodejemos-de-finjirquetodoes-perfectocuandoestamos-jun-tos.
Miércoles.28.enero.2009
viernes, 30 de enero de 2009
viernes, 9 de enero de 2009
| Directo |
No es arriesgarse. Es dejarse llevar, es nacer. Dar a luz a tus sentimientos. Es amar. Es ser coherente. Es coordinar palabras-hechos. Es creer, confiar, y dar. Dar y esperar recibir. Es decir.
No sufres por amor. El amor no hace sufrir, si dices amar, amas y das todo "¡Yo por ti daría todo!" "¡Eres todo para mi, no existe nadie más que tú!"
No soy nada para ti...
Una mujer busca una amante cuando él que quiere no nace.
¿Por qué te reprimes? "Sé fantástico" te lo tomaste muy en serio y ahora crees en brujas que leen la mente, en hadas que regalan "te quieros" secretamente, y en monstruos que roban a las princesas (de nombre) de los castillos sin que el caballero lo note.
Me refería a que fueras espontáneo.
Sedúceme. Conquístame. Y no te conformes con sólo "tenerme". Hazle honor a la distancia. O libérame... y déjame ir sin culpas. Flapper girl ! *
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