viernes, 29 de agosto de 2008
Té.!
Y verlo caer desde las rocas, lanzándose al vacío en busca de la verdad. Apasionado. Hoy de eso ya no queda nada.
Dudas, misterios sucios se le atribuían, que en realidad más me intrigaban "¿Qué habrá en el fondo entonces? ¿Qué situaciones tan extremas lo llevaban a cometer actos tan extremos?". Yo quería ser parte de él, quería invadirlo, rodearlo, entenderlo, interpretarlo.
Y lo toqué.
Y lo destruí.
Sucio animal como cualquier otro con el simple roce del universo exterior. Cómo te derrumbas con una carcajada. Cómo oprimes tu imágen hasta hacerla estallar... y olvidar.
Me encuentro una vez más hablando de ti, recordándote con melancolía, ¿Es que no te olvidé? Pero tí sí te olvidaste y diste por hecho el mismo olvido de los demás. Que siempre fueron inconscientes.
"Es que en realidad nunca dormí junto a ti, quiero decir que no compartimos sueños". Decir esto es una locura. Tú me lo propusiste, pero ¿Y el altar?
(Ya perdí el sentido otra vez, pero se supone que tú me entenderás, como si hubiese pintado esa ventanita; nadie tomará atención, pero si sigues vivo, irás contra tu naturaleza y me hablarás).
Me arrepiento de haber sido sucia (sí, me arrepiento), de haber sido ciega y de haberte cegado a ti. Apesar de que esto, siempre, en todo el mundo y sus futuras existencias, será mutuo...
Para tí todo acabó, para mi es el inicio de una nueva muerte, abrir los ojos y ver qué es lo que tengo, sin embargo, aún necesito lo que fuiste para saber qué es lo que puedo tocar... y sentir.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)