¿En qué logramos caer? Nos sentimos hijos de unos y de los otros, padres y aprendices, éramos aquellos a quien nadie vencía, éramos esos que caminaban uno al lado del otro y por sobre los demás, los que apuntaban con el dedo para decir "ellos son los únicos", con tonos de inmundo desprecio y a veces con esa escencia de admiración... ¡Qué más da! ¡Como si alguna vez nos hubiese importado!
Éramos ella y él, los que no se perdían, los que nadaban y no se ahogaban
... los que tenían tiempo para nadar...
Creamos mundos y fantasías. Vivimos nuestros sueños como pudimos... algunos los realizamos, otros los seguimos soñando... hasta hoy. ¿Por qué tantas veces siento que no hay nada detrás? Una vez que se cierre el telón y nosotros los actores nos quedemos detrás de éste no nos podremos ver las caras. Sin la máscara del personaje que interpretamos no somos nada. Ya no reconozco tu dolor ni tu bienestar, ya no sé identificarlo ni provocarlo, los mensajes subliminales dejaron de llegarte, ¿Ya no entiendes que esas palabras son tuyas? No.
Es que aún no entiendes que en el momento que tú quieras me puedes hacer volver otra vez y otra vez...